La Luna se colocó en 1.963 en el Nieuwegracht.
El origen de estas obras de arte se remonta a 1.949, cuando el ayuntamiento de Utrecht se dedicó a restaurar todos los canales del centro histórico, realizando una compleja remodelación y adaptando los muelles para que se convirtieran en lugares públicos con fácil acceso desde la calle. Para esto se decidió colocar las farolas al borde de la calle, incluso asomando levemente al canal, consiguiendo así iluminar tanto el canal como el nuevo acerado de los muelles. Willem Stooker, el concejal de obras públicas que tomó el mando de la restauración, tuvo la idea de adornar el bloque que sobresalía en la base de la farola.
La primera escultura fue realizada en 1.953 por un miembro de su equipo, Cornelis Groeneveld, quien llegó a esculpir un total de 35 consolas y trabajó más adelante restaurando la catedral Dom y Nicolaïkerk (iglesia de San Nicolás). Posteriormente otros artistas colaboraron para esculpir las consolas y cada uno aportó su estilo personal. Destaca el escultor de procedencia suiza Jeannot Bürgi que cuenta con el mayor número de consolas, 192 en total. Su estilo inicial era figurativo, más tarde comenzó a desarrollar caricaturas y diseño abstracto.
Willem Stooker recibió su respectivo homenaje de Bürgi en 1.974.
El material que se emplea en las consolas es piedra azul calcárea procedente de Bélgica.
Los temas tratados en las consolas son relatos típicos de Utrecht, leyendas y mitos. También se resaltan figuras mitológicas, santos piadosos, caballeros valientes, personajes virtuosos o malvados. Por último un grupo importante lo constituyen los distintos gremios que desde la época medieval desempeñan su labor a lo largo de los canales.
Las jóvenes lecheras de 1.969, en Oudegracht 30.
La primera consola que se colocó fue en 1.953 en el número 165 del Oudegracht. Fue esculpida por Groeneveld y sentó las bases de una nueva forma de arte en Utrecht. El motivo elegido fue el escudo de la ciudad de Utrecht que guarda íntima relación con la leyenda del santo patrón de la ciudad, San Martín. Éste había sido un soldado del ejército romano. En el año 337 cuando entraba en la ciudad francesa de Amiens vio un mendigo tiritando de frío y cogió su manto rojo, partiéndolo por la mitad con su espada. Le entregó la mitad al mendigo para que se abrigara y él continuó su viaje con medio manto, dejando ver su ropa interior blanca. De ahí que el escudo de Utrecht sea mitad rojo y mitad blanco. Desde entonces sintió la llamada de Dios y años más tarde dejó el ejército para dedicarse a evangelizar y luchar contra las costumbres paganas. En el año 370 fue nombrado obispo de Tours. Realizó muchos actos de caridad y fue muy querido por todo el mundo, motivo por el cual fue nombrado santo.
El escudo de Utrecht fue la primera consola que se colocó.
Escudo moderno de la ciudad de Utrecht.
En la ciudad hay diversas alusiones a la leyenda del niño del pan blanco. Por supuesto también en las consolas de las farolas. En el siglo XVII dos casas en el Oudegracht se llamaban ´t Wittebrootskint (El niño del pan blanco), una en el número 166 y otra en el número 276, donde se colocó en 1.990 una lápida conmemorativa. La consola que representa esta leyenda fue realizada por Groeneveld en 1.960 y está ubicada en Lichtegaard número 8.
Gevelsteen o lápida de la fachada de la antigua casa del niño del pan blanco.
Hay distintas versiones de esta legendaria historia que gira en torno a la construcción de la iglesia de Santa María (Mariakerk) en 1.085. El emperador Enrique IV quiso convertir esta iglesia en un símbolo de poder y grandeza, para ello contó con el apoyo del obispo Conrado. En aquella época era motivo de conflicto la elección de los obispos. El papa tenía intereses puramente eclesiásticos, mientras que el emperador quería obispos que se involucraran en sus asuntos políticos. Cuando Conrado inició la construcción del templo se encontró con serias dificultades para asegurar la estabilidad de los cimientos. Había corrientes de agua en las proximidades que convertían el terreno en un lugar húmedo y arcilloso. Conrado ofreció una gran suma de dinero a aquel que solucionara el problema para empezar la obra. Un constructor frisón se comprometió a resolverlo. Éste le contó a su mujer que el secreto para asegurar los cimientos era cubrir antes las fosas con pieles de buey, con tan mala suerte que cuando mandaron a su hijo a comprar una gran hogaza de pan para celebrarlo, el panadero le sonsacó al niño la información. Le regaló el pan y acto seguido se dirigió al obispo para reclamar su recompensa a cambio de su descubrimiento. Cuando el hijo regresó a su casa y contó lo sucedido, tal fue el enfado del constructor que lo mató golpeándole en la cabeza con el pan.
La gente decía que al acercar el oído a las columnas de la iglesia se podía oír el susurro del agua bajo los cimientos, o también el llanto del alma en pena del niño asesinado.
En un pilar del interior de la iglesia había un lienzo donde se hacía referencia a la utilización de cuero de buey en la construcción de los cimientos. En un óleo del interior de Mariakerk del pintor holandés P. Saenredam de 1.641 aparecen abajo a la izquierda tres personas consultando dicho lienzo.
Het middenschip en koor van de Mariakerk in Utrecht, Saenredam 1.641
(Rijksmuseum Amsterdam).
En el año 1.099 fue asesinado el obispo Conrado en el palacio arzobispal tras oficiar misa. Algunas crónicas culpan a un comerciante de origen frisón, otras a alguien cercano por discrepancias en los nombramientos de los obispos, aunque la mayoría de la gente pensaba que el culpable había sido el constructor de la iglesia de Santa María como venganza por no haber cobrado la recompensa. En el año 1.110 el emperador Enrique V mandó decapitar a un hombre inculpado del asesinato de Conrado, que había sido su principal educador.
El obispo fue enterrado bajo el coro de la iglesia de Santa María.
Una consola de Bürgi en Lichtegaard 9 representa este hecho histórico.
El asesinato de Conrado, 1.965.
Otra leyenda de gran difusión en la ciudad durante la Edad Media fue la creencia de que en uno de los sótanos del Oudegracht habitaba un basilisco.
El basilisco es una figura de la mitología griega que significa "pequeño rey". A lo largo de la historia ha sufrido gran cantidad de interpretaciones y variaciones en su aspecto, pero siempre ha mantenido su apariencia de reptil con una gran cresta. Isidoro de Sevilla fue quien definió que se trataba del rey de las serpientes y que poseía un veneno tan letal que con sólo mirar a sus víctimas las mataba. Beda el venerable asentó la idea de que el origen de este ser provenía de un huevo de gallo incubado por una serpiente, de ahí la presencia de ambos rasgos en la bestia. El tamaño del basilisco también ha variado considerablemente en las distintas épocas y culturas, siendo habitual representarlo un poco más grande que un gallo. En el siglo XII describió Teófilo Presbítero cómo utilizar un basilisco para transformar cobre en oro español. En la tradición oral podemos destacar que hasta el mismísimo Alejandro Magno mató un basilisco.
En el siglo XX se ha vuelto a utilizar a menudo la figura del basilisco en la literatura fantástica, como en la reciente saga de Harry Potter de J.K.Rowling.
Cuenta la leyenda que en Utrecht en el siglo VI un basilisco acabó con la vida de varias personas, y que las cenizas de un basilisco fueron emparedadas en uno de los muros de la catedral para proteger a la ciudad de estas criaturas. En el siglo XIV habitaba un basilisco uno de los sótanos del Oudegracht, de tal forma que todo aquel que bajaba al sótano no regresaba nunca más. Un día se decidió un joven audaz a combatir al basilisco. Se vendó los ojos para no mirar a la bestia y se colocó un gran espejo en el pecho, de forma que cuando la criatura se mirara a sí misma cayera muerta.
De basilisk, Oudegracht 211.
El basilisco representado en la consola del Oudegracht tiene apariencia de gallo con escamas de reptil, alas de dragón, garras de águila y cola de ardilla. Bajo su pata delantera se aprecia el cráneo de una de sus víctimas. Esta consola es uno de los diseños más tradicionales de Groeneveld, se encuentra junto al famoso bar flamenco-fusión eLe.
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